Conservar alimentos a sido una de las preocupaciones de la humanidad durante siglos, se necesitaba guardar alimentos para las épocas de sequía o inviernos largos y duros. El hombre comenzó a conservar los alimentos en lugares secos y oscuros, además descubrió que la sal y el azúcar eran sustancias que ralentizaban el deterioro de los alimentos y cada vez más a seguido investigando por encontrar métodos que mantengan el sabor y conserven los alimentos por más tiempo.
El truco de conservación que os quiero mostrar hoy es bastante antiguo, fue en 1803 cuando Víctor Racib descubrió un método para conservar alimentos por calor herméticamente cerrados.
El motivo por el cual deseaba conservar salsa de tomate en botes de cristal es porque el espacio en mi congelador es muy reducido, y además muchas veces me apetece comer salsa de tomate y debo esperar a que se descongele. El tenerla a mano cuando quiero es un buen motivo.
Para realizar este método de conservación debemos tener los botes de cristal con su tapa bien limpios, esto es algo primordial para que se conserven en perfecto estado. Una vez los tarros limpios procedemos a esterilizarlos, por el método más sencillo, el de toda la vida, introducir los tarros y sus tapas en una olla de agua hirviendo durante 5 minutos.
Otro método bastante sencillo y muy cómodo es poner los tarros y las tapas boca abajo dentro del horno a 180ºC durante 15 minutos.
Una vez bien limpios los tarros los colocamos boca abajo, para que se sequen, sobre un paño limpio.
Antes de llenar los tarros hervimos bien la salsa de tomate después de haberla triturado. Esto nos vale de igual forma para mermeladas o cualquier otro alimento que deseemos embotar.
Al llenar los botes toda precaución higiénica es poca, debemos tener mucho cuidado de no ensuciar los bordes con restos de comida, si esto sucede lo limpiamos muy bien antes de cerrar el tarro.
Cerramos los tarros y los colocamos boca abajo durante 5 minutos, de esta forma el aire saldrá y nos quedará la salsa o mermelada envasada al vacío. Si lo que deseamos conservar fuese un producto en aceite o vinagre lo deberíamos de cubrir de ese líquido por completo.
Ahora solo nos queda darle la vuelta a nuestros tarros, etiquetarlos con la fecha y guardarlos en un lugar oscuro, dentro de un mueble de cocina es buen sitio.
Bueno, a que esperas, ponte manos a la obra a guardar los tarros que uses, que esta primavera y verano nos toca conservar todos los excedentes de fruta y verdura de nuestra tierra.
Y recuerda de esta forma contribuimos al medio ambiente, una bonita manera de reciclar.
¡Mucha Suerte! Y hasta el próximo post que espero que sea el viernes.
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