Hoy tenía que tocar potaje, porque esta semana es algo más corta y nos vamos a pasar probablemente con los excesos y dejemos a un lado la verdura, hacía tiempo que no publicaba recetas canarias, de las del día a día en mi casa y la verdad es que veo tantas recetas estupendas en otros blog que parece que nunca pueda estar a la altura, aunque debo decir que me siento muy orgullosa de mi pueblo, de la humildad de su gente y de gastronomía que se ha adaptado a los recursos de nuestros campos.
Debo decir que cuando le dicen a un canario que debe comer verduras jamás piensa en un salteado o en una menestra, para este pueblo las verduras se comen en forma de potaje, ya les enseñe hace tiempo como preparada el potaje de verduras, y en todas las casas se come semanalmente un potaje. Por norma la mayoría de las personas que conozco lo prepara y come dos días pues al incluir bastantes tipos de verdura se hace bastante. Otra cosa muy tradicional en cualquier casa es que al día siguiente lo coman molido en puré, este no es el caso de mi casa ya que yo lo prefiero entero y con un poco de gofio de millo.
En mi opinión no hay receta que defina más a mi isla que el potaje de berros y por más que los turistas se lleven de nosotros la imagen de las papas arrugadas, nuestros potajes y nuestra carne de cochino son lo que marca nuestra identidad.
Ingredientes:
300 g. de berros
100 g. de judías pintas
200 g. de habichuelas (judías Verdes)
1 o 2 zanahorias
500 g. de calabaza
1 o 2 calabacín
1 batata pequeña o la mitad de una mediana (boniato)
2 papas (patatas)
400 g. de costilla de cerdo o panceta
1 cebolla
1 diente de ajo
1 piña (mazorca de maíz)
aceite de oliva
sal
Elaboración:
La noche anterior ponemos las judías en remojo, también podemos usar judías frescas que tendremos que desvainar y no necesitan remojo.
En el caso de que seas tan despistada como yo y no te acuerdes de colocar las judías en remojo, no te preocupes que puedes emplear el truco que mi madre me enseñó al que le suelen decir "espantar las judías", coloca las judías en un cazo con agua, y ponlas a hervir, cuando comiencen a hervir agrega un vaso de agua fría, y continua con ellas al fuego cuando vuelvan a hervir vuelva a echarle otro vaso de agua fría, esto lo debes hacer tres veces y así las espantas, las judías se guisaran más deprisa, pero deja que se continúen guisando mientras pelas las verduras.
Corta la cebolla en cuadros y el diente de ajo en láminas, en un caldero amplio pon un chorrito de aceite de oliva y rehoga le cebolla y el ajo unos 5 minutos. Añade un poco de agua, la panceta o costillas en trozos y las judías y continúa con el caldero a fuego medio.
Hay a quien le gusta la verdura en trozos grandes pero yo la prefiero en trozos pequeños que puedas coger con la cuchara y llevarte a la boca con comodidad. así que trocea la calabaza, la zanahoria, el calabacín, y las habichuelas, añádelo al caldero junto a un poco de sal y más agua para cubrir las verduras.
Lava cuidadosamente los berros y trocéalos, quitando los tallos más gruesos, añade los berros al caldero mientras este va hirviendo con el resto de ingredientes.
Pela las papas y la batata y córtalas introduciendo el filo del cuchillo en la papa y girando del cuchillo se parte en trozos gruesos, puedes ver este video en youtube para ver la técnica. Esta manera de cortar las papas no es un mero capricho sino que así la papa suelta el almidón y conseguimos que nuestro potaje quede más espeso o como los canarios decimos "apotajao".
Removemos el potaje y dejamos que se cocine a fuego suave una hora y media, hay quien lo hace en la olla exprés en 20 o 30 minutos pero yo prefiero el sabor y la textura de cocinarlo a fuego suave. Es conveniente que de vez en cuando remuevas y vigiles que tal va de agua, si lo ves necesario añade más agua. Prueba el punto de sal y si es necesario añade otro poquito, pero no lo creo las verduras no necesitan demasiada sal.
Cuando el potaje esté bien guisado apaga el fuego y deja reposar mínimo media hora antes de comer, este plato aumenta de sabor de un día para otro y está buenísimo.
Si encima del plato le pones unas cucharadas de gofio de millo (maíz) ya ni te cuento la maravilla que vas a comer, junto a trozo de queso semicurado de nuestra isla y de postre unas tortillas de carnaval con el sabor de tu abuela y esto es el paraíso.